Plantas marinas: tesoros de los mares y océanos
Las plantas marinas, entre las que se encuentran las algas, siempre han formado parte de la dieta diaria de nuestros antepasados. Las personas en diferentes partes de Asia las han comido durante siglos. Las algas marinas, el nori, y la espirulina, por ejemplo, se utilizan a menudo en la cocina asiática, en platos muy populares como el sushi. Sin embargo, existen muchas otras variedades de plantas marinas que contienen micronutrientes importantes para la salud. Se trata de vegetales marinos que absorben valiosos nutrientes del océano y que constituyen una excelente fuente de proteína, fibra, grasas poliinsaturadas saludables, antioxidantes, vitaminas y minerales. En particular, son una de las fuentes más ricas de yodo, y ya se sabe que el yodo es esencial para una tiroides saludable.
Plantas marinas y salud
Las hormonas tiroideas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3) juegan un papel importante en el crecimiento y desarrollo del cuerpo, además de en la regulación de diversos procesos metabólicos. Son importantes para mantener un adecuado metabolismo, para un funcionamiento saludable del cerebro así como del corazón y de los sistemas inmunitario y digestivo. También son indispensables para desarrollar músculos y huesos fuertes. De toda esta gama de flora marina, dos plantas marinas son particularmente buenas para nuestra salud. Estos son el musgo irlandés y el fucus.
El musgo irlandés
El musgo irlandés es un tipo de alga roja que crece en la vertiente atlántica de Europa y América del Norte. El color marrón rojizo del mismo se debe a la fucoxantina, un carotenoide marino. Tradicionalmente, el musgo irlandés se ha utilizado como tónico para las vías respiratorias. También se ha utilizado para aliviar la congestión, la tos y el dolor de garganta. Además, se emplea en el tratamiento de enfermedades de la piel y para mejorar la nutrición en general.
Plantas marinas – una fuente de micronutrientes
Además de aportar vitaminas A, C, E y algunas vitaminas del grupo B, las plantas marinas constituyen una rica fuente de aminoácidos, claves para formar el colágeno del cuerpo. Estamos ante una de las pocas fuentes alimenticias que contiene el aminoácido taurina y ácidos grasos omega-3 como EPA. Estos ácidos son importantes para la salud cardiovascular, pero suelen ser escasos en las dietas vegetarianas y veganas. Además, el musgo irlandés es una de las fuentes más ricas en yodo y selenio, nutrientes necesarios para una tiroides sana. Además, la fucoxantina, junto con otros carotenoides presentes en él, desempeña un papel en el mantenimiento de los niveles normales de azúcar en la sangre. El musgo irlandés también es una buena fuente de hierro que ayuda a aumentar los niveles de hemoglobina y previene la anemia.
Las investigaciones han demostrado que los antioxidantes del musgo irlandés protegen contra los efectos nocivos de:
•radicales libres causados por la radiación UV,
•contaminación ambiental,
•fumar y otros factores nocivos derivados
Sus propiedades antiinflamatorias ayudan a reducir el dolor y la hinchazón en la osteoartritis y mejoran la movilidad al aumentar la lubricación de las articulaciones. También posee un alto contenido en fibra y supone una excelente ayuda digestiva, por lo que en ocasiones veces se emplea para controlar el peso. Las propiedades gelatinosas de esta alga marina forman una capa en el tracto digestivo y pueden ayudar a suavizar las úlceras estomacales o intestinales.
Fucus vesiculosus
El fucus vesical es un tipo de alga marrón correosa que crece en las costas del Pacífico Norte y del Atlántico de los Estados Unidos. Además, también la encontramos en las costas del norte del Atlántico y el Mar Báltico en Europa. El nombre proviene de las vainas o ampollas llenas de aire que ayudan a las algas a flotar en el agua.
Al igual que el musgo irlandés, el fucus es una rica fuente de muchas vitaminas, entre ellas: la A, B12, C y D y minerales como yodo, calcio, magnesio, potasio y zinc.
Esta alga, rica en nutrientes, apoya la salud de la tiroides y regula el metabolismo. Además, ayuda a fortalecer la inmunidad y apoya el crecimiento y desarrollo de los sistemas nervioso y musculoesquelético. El fucus también contiene fitoquímicos como fucoxantina, florotanina y fucoidan. El fucoidan es conocido por sus propiedades similares a la vitamina C., incluidos los beneficios para el sistema cardiovascular y el mantenimiento de niveles normales de glucosa en sangre, del colesterol y la presión arterial. Los fitoquímicos, fucoxantina y florotanina, contribuyen a las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, y también son eficaces ayuda contra el estreñimiento debido a la presencia de ácido algínico, una fibra soluble. El alginato de calcio promueve también la cicatrización de heridas. Dado su alto contenido de sustancias mucosas y propiedades demulsificantes, el fucus protege contra la irritación y la inflamación del tracto gastrointestinal.
En resumen, el musgo irlandés y el fucus juntos apoyan el funcionamiento saludable de la tiroides, las articulaciones, los sistemas digestivo, cardiovascular y nervioso, y la salud en general.

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